La Comunidad del Anillo (Saga El Señor de los Anillos #1)

Título original: The Lord of The RIngs: The Fellowship of the Ring

Autor/a: J.R.R. Tolkien 

Editorial: Minotauro

Año de publicación: 1978 (en español)

Nº de páginas: 569

Género: Fantasía

Opinión personal

En mi opinión, El Señor de los Anillos es una de esas sagas imprescindibles que hay que leer por narices. Por eso, y después de muchos meses intentando empezar el  primer libro, finalmente decidí no esperar más y adentrarme en mi aventura personal por la Tierra Media.

Respecto a la edición en e-book que yo leí, tengo algunas críticas: aunque está bien traducida y transcrita,no hay faltas de ortografía, la descarga fue muy rápida e incluso incluye algunas ilustraciones, falta un elemento clave para entender bien el libro: un mapa de la Tierra Media. Más adelante explicaré el porqué de esta necesidad. 

Pero respecto al libro, casi todo son críticas positivas por mi parte. J.R.R Tolkien es conocido por  el ritmo lento y muy descriptivo de sus obras. Pues bien, es cierto, La Comunidad del Anillo es un libro con un ritmo muy lento, en el que las cosas importantes tardan en llegar y que para nada va al grano: se extiende páginas y páginas creando ambiente, creando todo un mundo. Para algunas personas, dos páginas de descripción de un bosque pueden parecer excesivas, incluso a mi misma me llegan a cansar. Pero forman parte de la magia del libro, de hecho, es lo mejor que tiene, y gracias a lo cual se ha podido hacer una adaptación cinematográfica tan espectacular como la que se ha hecho. 

Las descripciones en el libro son sobre todo de paisajes. Tolkien crea paisajes, edificios, sitios, ciudades, que solo se pueden describir con una palabra: alucinantes. Cuenta hasta el mínimo detalle de la columna del arco del palacio de los elfos en la ciudad de Rivendel, por poner un ejemplo, lo cual permite que te hagas una idea perfecta de su mundo maravilloso. También se caracteriza por situar muy exactamente los sitios en los que la novela transcurre: se centra mucho en decir  no solo la situación física de los emplazamientos ((...) La ciudad se situaba entre dos altas montañas (...), por poner un ejemplo inventado), sino que también sitúa los sitios respecto a otros de su mundo ((...) La ciudad se situaba al oeste de las montañas  nubladas, al norte de las puertas de Moria, en la región de Eriador (...), otro ejemplo inventado). Por esta razón es imprescindible el uso de un mapa de la Tierra Media, como este.

Además, el autor insiste mucho en la atmósfera de los sitios, en describir los seres que los habitan, etc.

Las descripciones de personajes u objetos son menos impresionantes que las de paisajes, pero tampoco se quedan cortas en cuanto a calidad, una vez más, permiten hacerse una idea maravillosa de lo que Tolkien inventa.
Por esta característica, para mi ha sido una verdadera pena haber visto las películas anteriormente, ya que creo que es cierto que parte de la magia del libro te la quita un poco, al haber visto ya un modelo. Aún así, las películas son totalmente recomendables, muy buenas todas ellas.

En definitiva, un ritmo lento y muy descriptivo, que, sin embargo, cautiva más a la vez que el libro avanza, ya que van pasando más cosas y, al estar ya situado en la acción y la Tierra Media, al lector le es más simple seguir la historia con todo lujo de detalles

(P.D. El primer capítulo, dónde se habla de los hobbits, es totalmente prescindible. Se parece mucho a la forma de narrar que tiene en El Hobbit, mucho más pesada, en mi opinión, y además no aporta nada necesario a la novela)

(P.D.D. En la página que he enlazado, donde está el mapa, ofrecen muchos otros datos útiles sobre la obra)

Sinopsis

En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo único y emprender el viaje para su destrucción en las Grietas del Destino.

Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras del País Oscuro, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.