miércoles, 25 de mayo de 2011

Niñez feliz


Y Tania se puso eufórica cuando vio la bolsa de chuches que su abuela tenía en la mano. Tania hechó a correr hacía su abuela para abrazarla. La anciana le dio un beso en la frente y le dio las chuches. Tania, sonriendo como nunca, subió a su habitación y se empezó a comerse las chuches; era increible que, el día de su cumple, se sintiera feliz con solo unas chuches. Esa alegría que tienen los niños, que, con la madurez y la adolescencia, se pierde.


* Sin inspiración, escribiendo lo primero que me pasa por la cabeza.

5 comentarios:

  1. Aun sin inspiración es muy bonito. Es una verdadera lástima que cada vez los niños necesiten más para ser felices. Cuando antes con una tontería se procuraba su dicha. :)

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  2. aunque lo hayas escrito sin inspiración me gusta :)

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  3. Gracias, The Little, Nessie y Clara, pero sigue sin gustarme el relato que escribí!

    Joana

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  4. Muy dulce. Se nota que no estabas muy inspirada: repites mucho el nombre de Tania >.< pero me ha gustado de todas formas :)
    He organizado algo en mi blog, pásate http://piabaroja.blogspot.com/2011/05/sorteo-entrevista-primer-aniversario.html
    Un beso!

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