viernes, 8 de abril de 2011

Playa

En aquella playa de olas de plata. Nadie
En aquella playa de soles eternos. Siempre
En aquella playa de olor a salitre. Sola.
Respiraba lentamente, sin pensar en nada, cuando de repente surgió aquello. No sabía muy bien que, algo que la impulsó a descalzarse, y correr. Correr hasta quedar agotada. Entonces, se tumbó en la arena caliente por el sol. Y sonrió hasta que los músculos de la cara le dolieron, rió hasta quedarse sin respiración. Después corrió otra vez hasta la orilla, lloró de alegría, se mojó. Cuando volvió a su casa supo que ese algo le había hecho cambiar. Otra vez.


1 comentario:

  1. Realmente das sensación de felicidad, de impulso, de determinación, y finalmente de cambio. Me ha gustado muchísmo!!

    Joana

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