miércoles, 13 de abril de 2011

La profesora

Érase una vez una profesora. A nadie le caía bien, todo el mundo decía que si era demasiado estricta, que si su letra no se entendía en la pizarra, que el peinado que llevava le sentaba mal. Pero para mi era la profesora. Ella, que explicaba las cosas tropecientos millones de veces hasta conseguir casi siempre que alguna cabecita consiguiera asumir que los adjetivos son complementos nominales. Mi profe. Yo la escuchaba medio embobada mientras cuidaba extrañamente bien en mi los folios, que siempre quedaban impolutos, sin borrones ni corrector. Me fascinaba su modo de enseñar, y aunque intentara pasar desapercibida entre todos sus críticos ("¡lleva una camisa horrorosa!!!") esperava secretamente que llegara la hora en que me tocaba. Eso que dicen sobre que solo se aprecian las cosas cuando las pierdes debe ser una ley que no funciona en mi. Porque yo todavía la tengo.

2 comentarios:

  1. Si la letra no es perfecta, si el peinado no afavorece, si la camisa es fea o no; eso no son cosas muy importnates comparadas con el hecho de si enseña bien o no o si sabe transmitir sus conocimientosa otros. Eso es lo que creo.
    Esperemos que no se te aplique la ley...
    Joana, lo que me decías de las fotos pues voy al Google (¿y quien no?)y pongo frases muy coras o palabras sueltas. En la última endtrada puse: "Chica llorando" y "Girl crying", en inglés suelen salir bastantes resultados. Eso si, antes de encontrar una imagen que esté relacionada con el texto pasan unos cuantos minutos.
    Un abrazo a las dos :)

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