miércoles, 6 de abril de 2011

La hierba fresca de la mañana

Carolina estaba tumbada en la hierba fresca de la mañana, contemplando la salida del sol. Notaba que empezaba a tener los pies y las piernas húmedos debido al rocío que se había acumulado allí durante la noche. Pero a ella no la molestaba la humedad. Además, como el sol estaba ya saliendo, no tardaría en secar-le la ropa, también mojada. Dejo que la cabeza se apoyara encima del cojín de briznas de hierba, y cerró los ojos. Estuvo así hasta que notó el calor abrasador del sol sobre su cara, y solo entonces abrió sus preciosos ojos almendrados, para contemplar la maravillosa visión del sol.


3 comentarios:

  1. Muy bonito, aunque no creo que la vista fuese agradable si el sol le daba en la cara ;)

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  2. Eso es cierto, no lo había pensado...
    Gracias por el comentario!!

    Joana

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  3. Es difícil veure el sol directament sip! Però bé, en general és un bon escrit. Relaxa

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